El café y la cafeína pueden tener efectos diferentes sobre la actividad cerebral, sugiere un estudio. Muchos bebedores de café dirán que hay algo en esa taza de la mañana que otras fuentes de cafeína simplemente no pueden igualar.
El ritual bianual de “cambiar los relojes” se remonta a finales del siglo XVIII como una forma de utilizar las horas de luz de manera más eficiente. Siempre se ha tratado de maximizar la productividad, pero resulta que también hay algunos impactos negativos no tan productivos.
El sabor del café es el resultado de una compleja interacción entre cientos de compuestos químicos diferentes. Estos compuestos se encuentran en los granos de café verdes, que son las semillas de la cereza del café. Cuando se tuestan los granos, el calor provoca una serie de reacciones químicas que producen los sabores y aromas distintivos del café.