Cuando el padre de Ludwig Roselius murió a la edad de 59 años en 1902, el médico que atendió al padre de Roselius explicó que la causa de la muerte se debía a la cantidad de café que el fallecido bebía todos los días. Así comenzó la búsqueda del café descafeinado durante toda su vida por parte de Roselius hijo.
Para muchas personas, disfrutar de una taza de café recién hecho a primera hora de la mañana es una forma innegociable de empezar el día. Pero la idea de que tomar un sorbo sin comida podría dañar el intestino ha ganado tanta popularidad como incredulidad.
Se rumorea que un francés olvidó agregar café antes de verter el agua hervida en una taza y decidió hacerlo después. Sin embargo, todas las partículas de café subieron a la superficie, lo que hizo imposible beberlo. El francés decidió comprar a un comerciante un colador de metal que bajaba los posos del café al fondo del recipiente.