Los orígenes de la cafetera napolitana cuccumella los encontramos en 1771, cuando María Carolina de Habsburgo-Lorena , esposa de Fernando de Borbón, introdujo el café en Nápoles. Se dice que todo empezó durante un baile celebrado en el Palacio Real de Caserta, donde a los invitados se les sirvió una bebida oscura. Esta bebida exótica ya era muy conocida en la corte de Viena, de donde era originaria María Carolina.
Se estima que anualmente se desechan seis millones de toneladas de posos de café. ¿Y si se les pudiera dar un buen uso? Se estima que anualmente se generan seis millones de toneladas de posos de café usados. La mayoría acaba en vertederos, generando metano y CO2, o se incinera para obtener energía.
Muchas veces aceptamos que los libros y el café van de la mano. Pero, ¿alguna vez te has planteado por qué forman la combinación perfecta? ¿Qué hace que leer con una taza de café caliente sea tan popular? Bueno, para ser honesto, la cafeína puede hacer que muchas cosas sean más placenteras. Sí, esta sustancia química es una razón importante por la que a menudo sentimos que no podemos abrir un libro y concentrarnos sin ella.