Ruta del contrabando de café: Historia y aventura en la frontera Hispano-Lusa
El café no siempre fue de libre comercio en la Península Ibérica. Durante décadas, la frontera entre España y Portugal fue testigo de un intenso tráfico clandestino de café, un producto altamente demandado que impulsó una economía paralela en muchas comunidades. Hoy, esa historia se convierte en una oportunidad única para recorrer paisajes llenos de misterio y tradición a través de la Ruta del Contrabando de Café.
Historia del contrabando de café en la raya
Durante la dictadura franquista en España y el régimen de Salazar en Portugal, el café se convirtió en un bien de lujo con impuestos prohibitivos en España. Mientras tanto, en Portugal, el acceso al café era más asequible, lo que fomentó el contrabando entre ambos países. Los contrabandistas, conocidos como "estraperlistas" o "caminheiros", recorrían los montes y ríos de la frontera en condiciones extremas para llevar café a España.
Las rutas del contrabando pasaban por pueblos como La Fontañera, Zarza la Mayor o Salvaterra do Extremo, donde aún quedan vestigios de esa época en las historias de sus habitantes y en antiguas construcciones usadas para esconder los sacos de café.
Una ruta turística para descubrir el pasado
Hoy en día, esta historia se ha transformado en una experiencia turística fascinante. La Ruta del Contrabando de Café, promovida por varias instituciones, permite revivir este episodio histórico mientras se recorren paisajes impresionantes y pueblos con encanto. Algunos puntos destacados de la ruta incluyen:
1. Aldeia de Idanha-a-Velha (Portugal)
Uno de los puntos de inicio más recomendados. Un pueblo histórico con ruinas romanas donde se pueden encontrar referencias a la antigua ruta del contrabando.
2. Salvaterra do Extremo (Portugal)
Este pequeño pueblo fue un epicentro del comercio ilegal de café. Aquí se pueden visitar antiguas casas de contrabandistas y escuchar relatos sobre cómo se organizaban estas operaciones clandestinas.
3. Zarza la Mayor (España)
Uno de los pueblos más emblemáticos en el lado español de la frontera. En sus alrededores se encuentran caminos rurales que fueron usados por los contrabandistas para cruzar de un país a otro.
4. Monfortinho y su balneario (Portugal)
Después de recorrer los senderos de los contrabandistas, este balneario es el lugar ideal para relajarse y disfrutar de un café con historia en alguna de sus terrazas.
Experiencias y actividades en la ruta
• Senderismo y ciclismo: Los antiguos caminos de contrabando han sido adaptados como rutas de senderismo señalizadas.
• Visitas guiadas: Algunos guías locales ofrecen recorridos temáticos donde cuentan anécdotas de los contrabandistas y muestran antiguas rutas de paso.
• Gastronomía: Disfrutar de un buen café en las tabernas locales es una forma de conectar con la historia y la tradición cafetera de la región.
• Museos y centros de interpretación: En algunos de los pueblos mencionados hay pequeños museos que explican el fenómeno del contrabando y su impacto en la economía local.
Referencias:
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