De Italia al mundo: cómo el espresso italiano conquistó todos los rincones
El espresso, es uno de los símbolos más reconocibles de la cultura cafetera italiana. Pero su impacto no se quedó en Italia: hoy es una parte esencial del consumo global de café. Este artículo recorre su origen, su evolución técnica y cómo se expandió por el mundo.
Orígenes del espresso en Italia
El espresso nació a finales del siglo XIX, cuando ingenieros y cafeterías buscaban preparar café de forma rápida sin perder sabor. El término espresso refleja esa rapidez: “hecho al momento”.
- Italia fue el laboratorio del espresso:
- Milán y Turín fueron ciudades clave en la popularización.
- Luigi Bezzera patentó en 1901 una de las primeras máquinas exprés con portafiltro removible.
- Desiderio Pavoni compró la patente de Bezzera y fundó La Pavoni, lanzando la máquina “Ideale” en 1905.
- Innovaciones posteriores, como la máquina de palanca de Achille Gaggia, permitieron la creación de la crema, un elemento esencial del espresso moderno.
La expansión internacional del espresso
A mediados del siglo XX, el espresso comenzó a cruzar fronteras gracias a la emigración italiana y la exportación de máquinas.
Cada país adaptó la bebida a su cultura:
- España: cafés cortos y cafés con leche con fuerte cultura de bar.
- EE.UU.: surgimiento de cadenas y la tercera ola del café, enfocada en granos de especialidad.
- Australia y Nueva Zelanda: popularización del flat white y otras bebidas cremosas.
- Japón y Asia: cafeterías minimalistas y experiencias gourmet.
Las máquinas modernas incorporaron bombas eléctricas que permiten presiones mayores, resultando en espressos más ricos y consistentes.
El espresso como experiencia cultural global
- Ritual social: más que una bebida, es parte de la rutina diaria y de la interacción social.
- Adaptaciones locales: flat white, lungo, espresso tonic, entre otras.
- Patrimonio y reconocimiento: el espresso es un símbolo cultural italiano valorado internacionalmente.
Conclusión
El espresso italiano es hoy un fenómeno global. Sus inventores, las cafeterías italianas y la innovación moderna hicieron posible que cada sorbo sea parte de una tradición centenaria de ingeniería, diseño y cultura. Beber un espresso es mucho más que consumir café: es conectarse con una historia que comenzó en Italia y conquistó el mundo.
Referencias:
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