Si quieres aprovechar al máximo tu bebida con cafeína, deberás tener en cuenta estos errores que comentemos cuando preparamos café con hielo:  

1. Estás usando demasiada agua
Con cualquier café frío, el hielo de la bebida inevitablemente se derretirá, lo que dará lugar a una bebida diluida que puede tener un sabor demasiado débil, demasiado aguado, demasiado caliente o una combinación de los tres. Utiliza una proporción ligeramente más fuerte de 1:12 o una concentración doble de 1:8, para que tu bebida siga teniendo todo el sabor incluso cuando el hielo comience a derretirse. 

2. Estás sirviendo café caliente sobre hielo
Para agravar el problema de la dilución está la práctica común de verter una taza de café recién hecho directamente sobre hielo, sin dejar que se enfríe primero. En su lugar, enfría el café en la nevera antes de verterlo sobre hielo. 

Si simplemente no puedes esperar a que el café se enfríe, cambia tus cubitos de hielo tradicionales por unos a base de café, te lo explicamos en nuestro post: ¿cómo preparar cubitos de café?

3. Estás almacenando mal el café preparado
No coloques simplemente un vaso en la nevera y esperas una o dos horas hasta que se enfríe. El café almacenado en un recipiente abierto inevitablemente adquirirá algunos sabores extraños. Vierte la bebida en un recipiente sellado y evita dejarlo en la encimera de la cocina, donde es probable que se enmohezca más rápidamente que en la nevera.

4. Dejas el café en la nevera demasiado tiempo antes de usarlo
Incluso si el café preparado se almacena correctamente, querrás usarlo poco después de que se enfríe. Cuanto más tiempo reposas el café preparado antes de beberlo, más sabores adquirirá. El café recién hecho tendrá los aromáticos más intensos, por lo que cuanto más frío probablemente tenga mejor sabor.

Referencias:
Iced coffee mistakes